Sábado 6 de enero del 2018
En este año que hemos
pasado diría que ha sido mi año, a excepción del día que mi ama se enfadó
muchísimo conmigo por una gravísima actuación. No quiero recordarlo pero sí que
permanecerá en mi memoria.
Recuerdo como algo positivo el día que me llamaron de la
Fundación Once para formar parte del curso enfocado al desarrollo de
competencias para el empleo para personas con discapacidad intelectual. Dicho curso
es impartido en la Universidad Pública de Navarra. Afrontar este nuevo reto supuso
por otra parte tener que despedirme del Instituto de adultos Felix Urabayen
donde estaba formándome académicamente. Allí hice grandes compañeros. Me dio
mucha pena dejarlos pero a la vez una gran ilusión por afrontar una nueva etapa
académica en la UPNA. Este curso que dio comienzo el pasado 23 de Octubre y
concluirá el 28 de mayo del 2018 es un gran estímulo para conseguir un empleo y
también para comunicarme con más fluidez, ya que en ese terreno no me
desenvuelvo como yo quisiera. He de decir que ahora he mejorado, pero todavía
tengo algunas carencias en esa faceta. Poco a poco iré puliéndolas. Además he
hecho nuevos compañeros con los que he entablado nuevas relaciones.
Todavía no he concluido mi valoración del pasado año, y es
que en relación al tema deportivo me ha ido fantástico. Desde enero hasta
noviembre he ido sin dejar ni un solo día al gimnasio Jolaskide. Eso sí, con
sus respectivos descansos. No os penséis que estoy todo el rato musculándome,
ni mucho menos.
Y volviendo al tema del gimnasio, mi aita me dio una triste
noticia que me dejó en estado de shock. Y es que después de 10 años
ejercitándome en el centro deportivo decidieron cerrarlo. ¡Qué desilusión me
llevé! Ese gimnasio era parte de mi vida, mi pasión. Recuerdos inolvidables que
jamás se borrarán.
Por suerte ya tengo otro gimnasio. En el Polideportivo
Larraona estoy a gusto y entablo conversación con algunos de los clientes que
vienen a la sala de musculación. Ha merecido la pena haberme matriculado. No es lo
mismo que Jolaskide pero sus máquinas también son de calidad. Jolaskide nunca
se irá de mi pensamiento, pertenece al pasado y ahora toca mirar al presente y
pensar qué me deparará el futuro.
Saludos.
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