Muchas veces me dejo
llevar por el deporte y como consecuencia me pasa factura. Pero es tanta la
pasión por ello que me dicen que pare de hacerlo. Yo les digo que es una parte
de mi vida y con ello la manera que tengo de mejorar.
Yo ya escribí en posts precedentes que cuando llevas un rato
largo ejercitándote debes saber parar y tranquilizarte. No nos podemos llevar
por la pasión. Para, porque tus musculos se te agarrotan y empiezan a quejarse.
Es por eso el título a este post. De vez en cuando tenemos que enjaular a la
bestia para que no sobrepase la barrera. Para mí no hay barreras que valgan, ya
que yo soy un depredador y la bestia encarnada jajajajaja.