Jueves 19 de Junio del 2014
El
lunes pasado junto con mi amatxi Mikela, mis tíos, mi prima y mi ama fui a
hacerle una visita a mi tío Pedro de 82 años a la residencia de Elizondo.
El tío Pedro es hermano de mi amatxi Mikela nacido en Iartea
borda de Arrarats.
Nada más entrar en la residencia vi el panorama que me
provocó tristeza y desolación. La gente
mayor estaba mirando al suelo ausente y sin ningún tipo de conversación. Tuve
que contener la angustia que sentí y desviar mi mirada a otro lugar ante aquel
Inhóspito panorama.
La enfermera Irati nos acompañó a una pequeña sala para que
estuviésemos más cómodos y tranquilos.
Allá conversamos de historias referidas a la juventud del
tío Pedro, pero él refleja en su pálido rostro que no está a gusto en la
residencia y que quiere marcharse a su casa. Así que mis familiares harán todo
lo posible por intentar sacarle y amenizarle.
Después de estar toda la tarde acompañándole a Pedro, llegó
la hora de despedirnos.
En
el camino a Eratsun me vino a la mente aquella desoladora imagen de Pedro y la
impresión que me produjeron las personas mayores.
Se me derramaron las lágrimas por las mejillas. Qué triste
es aquello.
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